El Distrito #1 de Bibliotecas Públicas de San Miguel se creó en 1975. Son más de 40 años como distrito bibliotecario oficial, pero la historia de la biblioteca se remonta a mediados de los años sesenta, cuando una biblioteca móvil llegaba a Telluride una vez por semana. Por esta época, Larry y Betty Wilkinson llegaron a la ciudad y se reunieron con el departamento de bomberos de la ciudad para solicitar un espacio para la biblioteca comunitaria en la cabaña Quonset que alguna vez estuvo al lado de la escuela primaria actual. La biblioteca de la cabaña Quonset estaba abierta dos o tres días a la semana, tres o cuatro horas al día. La colección estuvo compuesta por donaciones locales y libros desechados de otras bibliotecas. Todo el presupuesto de donaciones se destinó al carbón para calefacción.

En 1974, Larry y Betty se acercaron a los comisionados del condado de San Miguel con una petición de 100 firmas para incluir una biblioteca en la boleta electoral. Con la aprobación de los votantes, se nombró la primera junta directiva de la biblioteca y se contrató a Betty como directora de la biblioteca. Finalmente, la biblioteca superó la cabaña de Quonset y Larry acudió al ayuntamiento para pedir permiso para utilizar la antigua cárcel de piedra de Spruce Street. Con la bendición del consejo, la ciudad obtuvo una subvención del Servicio de Parques Nacionales y se renovó la cárcel. Ese verano, Betty y Larry transportaron veinte toneladas de piedras en la parte trasera de su camioneta, tres o cuatro piedras a la vez. En 1976, se inauguró la nueva biblioteca en el sitio de la antigua cárcel de la ciudad en South Spruce Street.

En 1984, la antigua cárcel ya no era lo suficientemente grande como para albergar cómodamente la biblioteca. La junta de la biblioteca introdujo una emisión de bonos para ampliar la antigua cárcel y la medida fue aprobada en una proporción de tres a uno. Pero a medida que la ciudad siguió creciendo, quedó claro que la biblioteca necesitaba un edificio diseñado para contener libros, no prisioneros. En 1997, un referéndum municipal para construir el nuevo edificio fue aprobado por un estrecho margen de dos votos. La biblioteca pública de Wilkinson abrió sus puertas en agosto de 2000.

La Biblioteca Pública de Wilkinson lleva el nombre de Larry y Betty Wilkinson, quienes defendieron una biblioteca en Telluride desde sus inicios en la cabaña Quonset, a través de varias ampliaciones hasta llegar al querido y muy utilizado edificio actual de 20,000 pies cuadrados. Larry formó parte de la junta de la biblioteca durante la construcción del edificio actual. Lamentablemente, Betty falleció en 1988 y Larry falleció en 2018.

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